jueves, 12 de marzo de 2009

A veces

Oculto tras el silencio de unas palabras ausentes, me disfrazo de oscuridad, de una ausencia tan absurda, como la oscura sombra que trata de ocultar la febril luz que hemos creado, esta luz oblicua que trata de iluminarnos el destino incierto.
Ciertas cosas que van desgarrando mi universo, este universo de papel el que recorro a diario con mi barca de anhelos, todas la noches en que mis sueños me llevan aquel desierto mar de ilusiones y cada una de ellas se torna lejana perdiéndose en lontananza, mientras yo en mi barca solo las veo alejarse, sentado y quieto anclado a mi muelle.

El vaivén de cada ilusión agónica, que desaparece como huellas en la arena que lame el mar, estas se esfumaron como el humo que el aire lleva a hacia la enorme distancia de el cielo nocturno, donde cada sueño se suicida al nacer, donde el nublado paisaje se levanto tarde al resplandecer de la mañana, y en silencio se tiño de gris y vino a envolverme de nocturnidad…….

Miguel Andrés Santos Vargas

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