jueves, 4 de junio de 2009

ENCUENTROS

Esa fémina aparece en el horizonte
Coloreando las horas grises de la mañana
El nada el lago profundo de su mirada
E inmortaliza el instante con beso fatal
En el abrazo envenena su alma
Con su aroma inmortal
El nunca hablo, solo se dejo llevar
Solo el temblor de su mano
Su rostro dibujo
Se entrelazaron las miradas
Y por un instante el mundo les sonrió
Recrearon los infortunios
De eso fue testigo la mañana

Toda la tarde navegó en su cuerpo amable
Y como artista su obra dibujó
Mientras los minutos le huían
Al transcurrir del tiempo ineludible
Toda ella fue una canción
Eso lo supo el aire de tarde
Que aquel encuentro presencio

Y en la calma misteriosa de la noche
Desde un rincón del cuarto algo los mira
Esa voz….
A el le grita, lo sacude, se lo increpa
Lo despierta…
Entre sabanas destendidas
Y aroma a vacío después de amar
Solo quiso buscar en el frío nocturnal
Lo que desapareció en silencio
Como las gaviotas migraron de lugar

Y en silencio
Decidió enterrar el cadáver de aquel instante….

Miguel Andrés Santos Vargas